martes, 8 de julio de 2008

Voces que recordamos están de vuelta

Nuestra memoria televisiva también esta hecha de sonidos. Y, particularmente, de algunas voces entrañables que nos acompañaron desde la infancia y se hicieron amistosas, reconocibles y familiares por haber estado a nuestro lado durante tantos años.

En más de un caso se han convertido en fenómenos extraordinarios de longevidad y vigencia por más que no se trate de las voces originales. Pero como televidentes nos hemos acostumbrado tanto a ellas que ya cuentan con un certificado de autenticidad. Cualquier otra resonancia -aun la genuina- resulta para nosotros forzada y artificial.

Muchos se sorprendieron cuando el Warner Channel, primero, y la desaparecida señal Fox Kids, después, comenzaron a emitir en 2001 capítulos de Los tres chiflados en inglés. Después de la curiosidad inicial esta iniciativa quedó muy pronto en el olvido, y en este giro tiene mucho que ver el inseparable lazo que une a los fanáticos de varias generaciones con el sonido que ellas entienden como real: voces y onomatopeyas surgidas del doblaje.

Lo mismo ocurre con la mayoría de las series clásicas que hoy es posible recuperar gracias al cable. ¿Quién querría ver hoy El gran chaparral , La isla de Gilligan , Bonanza , Mi bella genio o Ladrón sin destino en inglés y con subtítulos? Sólo un puñado de adeptos a la militancia incondicional en contra del doblaje. Los demás, con toda seguridad, encontrarán mucho más natural y entrañable el reencuentro con las mismas voces que acompañaron el primer contacto con estas realizaciones, muchos años atrás.

A la vez, no es menos cierto que un fenómeno inverso se produce en el caso de las series que de una manera gruesa podríamos denominar de nueva generación , porque llegamos a ellas por primera vez ya desde el cable. Son las sitcoms ( Seinfeld , Mad About You , Friends y sus herederas) y los dramas ( Lost , Desperate Housewives y tantos otros) que resultan difíciles de seguir si no es a través de las voces originales. Asistimos aquí a otra realidad, con televidentes tan pendientes del sonido original hasta en el mínimo detalle como fóbicos a cualquier versión en nuestro idioma.

Hay una excepción ubicada a mitad de camino entre ambas manifestaciones. Hablamos de Los Simpson , que pudo sostener entre nosotros, aún en su exitoso paso al cine, el uso del doblaje. Y por más que desde 2005 ya no están las tradicionales voces de Humberto Vélez (Homero) y Claudia Mota (Bart), apartadas a raíz de un conflicto gremial, no se altera el gusto local mayoritario por la versión en nuestro idioma.

* * *

Todo lo dicho no hace más que aumentar la curiosidad por lo que ocurrirá a partir de mañana no en la pantalla chica, sino en la grande. Warner Bros. anunció que la llegada al cine del Súper Agente 86 , con Steve Carell ocupando el lugar de Don Adams, podrá verse en la Argentina con una abrumadora mayoría de copias dobladas al español: 98 frente a sólo siete con la versión original y subtitulada.

Lo más interesante del caso es que el doblaje de la voz de Maxwell Smart en esta película estuvo a cargo del veterano actor mexicano Jorge Arvizu, quien cumplió la misma función en la serie original. El Tata Arvizu es parte de la gran historia del doblaje en América latina, y a él también le debemos voces (Pedro Picapiedra, Huckleberry Hound, el robot de Perdidos en el espacio ) que construyeron desde la raíz nuestra memoria como televidentes.

Una voz, entonces, aparece como puente entre el pasado (que puede recuperarse con los viejos capítulos de la serie, de lunes a viernes a las 20.30, por TCM, y a la medianoche, por Nickelodeon) y el futuro, representado por una millonaria producción cinematográfica. Entre ambos puntos se pone en juego parte de nuestra memoria televisiva.

FUENTE: La Nacion

1 comentario:

Diana Tzilvia dijo...

Acabo de ver la película El Súper Agente 86 doblada al español. He de decir que siempre he sido una entrañable seguidora de esta serie y la película en un inicio no cumplió mis expectativas. El actor que encarna a Max no le llega ni a los talones a Don Adams, pues, para empezar, le falta mucha expresividad en su cara. Sin embargo, quedé gratamente sorprendida al reconocer la voz de mi admiradísimo Jorge Arvizu. Este detalle logró que la película me cautivara. Aunque no tuviera la cara de Max, ni su torpeza, ni su carisma, de repente cerraba los ojos y... ¡claro que era Max! Gracias maestro Arvizu por haber aceptado la negociación para doblar al Sr. Smart.
Por cierto ¿saben cómo puedo comunicarme con Jorge Arvizu? Es vital para mí expresarle toda mi admiración y respeto.

Diana Tzilvia Segura Zamorano
dianatzilvia@gmail.com